Era viernes en la tarde, Juan, Pedro, Luisa, Camila y yo estábamos muy felices de que la semana escolar al fin hubiera terminado, pero había un problema, no teníamos nada que hacer, luego de un rato sin hacer nada a uno de mis amigos no recuerdo cual se le ocurrió que entráramos a una casa abandonada que quedaba por ahí cerca, al principio todos lo dudamos pero luego entre risas decidimos entrar. Cuando llegamos a donde estaba la casa abandonada entramos uno por uno, cuando todos estábamos adentro nos dimos cuenta que la casa era oscura fea y muy pero muy vieja empezamos a caminar cuando chocamos con unas escaleras no lo dudamos y empezamos a subir luego llegamos al segundo piso vimos que era grande y viejo habían tres cuartos un baño y un pasillo muy pequeño. Habían puertas secretas que nos llevaban a cuartos escondidos fue muy divertido aunque teníamos mucho susto nos reíamos y disfrutamos pero, de repente empezamos a escuchar pasos en el tercer piso de la casa, yo en realidad creí que no era nada así que subimos al tercer piso a mirar que era lo que había sonado cuando subimos empecé a caminar para entrar a un cuarto de repente sin saber por que en ese mismo momento la puerta se me empezó a cerrar sola me dio tanto susto que lo único que hice fue salir a correr con mis amigos cuando llegamos a la salida seguíamos sin explicarnos por que esa puerta se cerro sola. Cuando estábamos afuera empezamos a recordar todo lo ocurrido cuando de repente me di cuenta de que Juan y Luisa fueron los últimos en salir de la casa. Entonces nos dimos por enterados que además de que salieron de ultimas por conclusión ellos habían sido los que nos asustaron al principio me dio un poco de rabia pero luego no podíamos parar de reír al recordar lo ocurrido, luego de eso todos salimos a coger el bus y nos fuimos a casa.